
Blog
Cómo Preparar la Tierra del Huerto Antes de Sembrar

Preparar correctamente la tierra del huerto es el primer paso para asegurar una cosecha sana, abundante y duradera. Antes de plantar cualquier semilla o plantón, el suelo debe estar en las condiciones óptimas de estructura, fertilidad y humedad.
En este blog te explicamos paso a paso cómo preparar la tierra de tu huerto para sembrar y conseguir el mejor resultado posible, tanto si cultivas en tierra directamente como si usas bancales elevados o macetas.
- 1. Analiza el terreno
- 2. Limpieza superficial
- 3. Remover y airear el suelo
- 4. Aportar materia orgánica
- 5. Nivelación y preparación de camas o surcos
- 6. Riego previo a la siembra
- 7. Uso de acolchado (opcional)
- 8. Planifica la rotación de cultivos
1. ANALIZA EL TERRENO
Antes de empezar cualquier trabajo en el huerto, es imprescindible observar y analizar el estado del suelo. Esto te permitirá identificar sus características y saber qué mejoras necesita para ser fértil y productivo. Aquí te explicamos cómo hacerlo:
Textura del suelo
- Suelo arcilloso: es compacto, se adhiere fácilmente a las herramientas y retiene mucha agua. Necesita ser aligerado con arena, compost o fibra de coco para mejorar el drenaje.
- Suelo arenoso: es muy suelto, drena rápido, pero retiene pocos nutrientes. Puedes enriquecerlo con humus de lombriz y materia orgánica para mejorar su capacidad de retención.
- Suelo franco: es el ideal, equilibrado entre retención y drenaje. Aun así, una pequeña mejora con compost siempre es beneficiosa.
Drenaje
Después de regar o tras una lluvia, observa si el agua se estanca o drena correctamente. Si el agua permanece en la superficie mucho tiempo, tendrás que mejorar el drenaje añadiendo materiales orgánicos o creando camas elevadas.
Presencia de vida
Un buen indicador de un suelo sano es la presencia de lombrices, insectos, hongos o raíces bien desarrolladas. Su ausencia puede indicar que el terreno está empobrecido y necesita enmiendas nutritivas.
Restos no deseados
Retira piedras grandes, raíces secas, trozos de madera y restos de cultivos anteriores. También elimina las malas hierbas, ya que podrían competir con las nuevas plantas por agua y nutrientes.
Un buen huerto necesita un suelo suelto, aireado, rico en materia orgánica y bien drenado. Si tu análisis revela carencias, el resto de pasos de preparación te ayudarán a corregirlas fácilmente.

2. LIMPIEZA SUPERFICIAL
Retira manualmente o con una azada todas las malas hierbas, raíces, piedras grandes y restos de cultivos anteriores. Esto evita que compitan por los nutrientes y el agua con los nuevos cultivos.
3. REMOVER Y AIREAR EL SUELO
Con una azada o una horca, remueve la tierra entre 20 y 30 cm de profundidad. Este paso:
- Mejora la oxigenación de las raíces.
- Facilita la infiltración del agua.
- Permite mezclar enmiendas o abonos.
En suelos muy compactos, conviene hacer esta tarea unos días antes de sembrar para que el suelo se asiente un poco.
Productos recomendados
-
AZADA PALA JAR. + PALO 110 CM
12,50 € IVA incl. -
AZADA 228 A 425 C/MANGO
8,40 € IVA incl. -
AZADA CORAZON JAR. + PALO
12,50 € IVA incl. -
AZADILLA DOBLE MANUAL
6,50 € IVA incl. -
ESCARIFICADOR MANUAL C/ MANGO
5,20 € IVA incl.
4. APORTAR MATERIA ORGÁNICA
La base de un suelo fértil es el compost, humus de lombriz o estiércol bien descompuesto. Aplica una capa de entre 2 y 5 cm sobre el terreno removido y mezcla bien con la tierra. Esto mejorará la estructura, retención de agua y aporte de nutrientes a largo plazo.
Puedes encontrar estos productos en Ricardo Terán SL, seleccionados para cultivos ecológicos y sostenibles.
5. NIVELACIÓN Y PREPARACIÓN DE CAMAS Y SURCOS
Una vez incorporado el abono, es momento de dejar el terreno listo para recibir las semillas o plantones. Utiliza un rastrillo para nivelar la superficie y romper los terrones grandes que hayan quedado tras el laboreo. Un suelo bien nivelado ayuda a evitar el estancamiento del agua en ciertas zonas y garantiza una distribución uniforme del riego.
Tipos de disposición del terreno:
- Surcos: ideales para cultivos en hileras como zanahorias, cebollas o ajos. Los surcos ayudan a canalizar el agua y facilitan el manejo del riego localizado.
- Camas elevadas o bancales: consisten en franjas de terreno ligeramente elevadas respecto al nivel del suelo, que permiten una mejor aireación, drenaje y acceso al cultivo. Son perfectas para huertos intensivos o suelos con mal drenaje.
- Macizos o parterres: se utilizan para cultivos agrupados como lechugas, acelgas o espinacas, maximizando el espacio.
Preparar bien esta etapa mejora la gestión del riego, facilita las labores de mantenimiento y optimiza el crecimiento de tus plantas desde el inicio.
6. RIEGO PREVIO A LA SIEMBRA
Humedecer el suelo unos días antes de sembrar es un paso clave que a menudo se subestima. Un suelo bien hidratado facilita la activación de la vida microbiana beneficiosa, mejora la estructura del terreno y crea un entorno más adecuado para que las semillas germinen de forma homogénea.
¿Cómo regar correctamente antes de sembrar?
Si el suelo está muy seco, puedes regar en dos fases: una ligera humectación inicial y una segunda pasada unas horas más tarde para asegurar que la humedad penetre a mayor profundidad.
Realiza un riego suave y profundo, preferiblemente con regadera o riego por goteo.
Evita el riego por aspersión fuerte, ya que puede compactar la superficie o crear charcos.
Productos recomendados
-
REGADERA CACTUS VERDE
2,75 € IVA incl. -
RECOGEMANGUERAS METAL REGADERA
25,50 € IVA incl. -
REGADERA 1,5 L. AZUL
3,40 € IVA incl. -
REGADERA 13 L. NEGRA BELIPLAST
14,00 € IVA incl. -
REGADERA 4 L. VERDE BELIPLAST
6,60 € IVA incl.
7. USO DE ACOLCHADO
Tras la siembra, puedes aplicar una capa de acolchado (paja, hojas secas, corteza o mantillo) para conservar la humedad, reducir malas hierbas y proteger el suelo del sol directo. Muy recomendable en zonas cálidas.
8. PLANIFICA LA ROTACIÓN DE CULTIVOS
Aprovecha la preparación del terreno para planificar con antelación qué cultivos vas a plantar y dónde los vas a ubicar. La rotación de cultivos consiste en cambiar la familia botánica de las plantas que se cultivan en una misma parcela de un año a otro.
Este método ayuda a conservar los nutrientes del suelo, evita su agotamiento y rompe el ciclo de plagas y enfermedades que pueden afectar a una misma familia de plantas.
Beneficios de la rotación:
- Reducción de plagas y enfermedades: los organismos patógenos tienden a establecerse cuando siempre se cultivan las mismas especies.
- Mejor aprovechamiento de nutrientes: diferentes familias de plantas tienen distintas necesidades nutricionales. Alternarlas equilibra el consumo del suelo.
- Mejora de la estructura del suelo: cultivos como las leguminosas enriquecen el terreno con nitrógeno, beneficiando los cultivos posteriores.
Ejemplo de rotación básica por familias:
- Año 1: tomate, pimiento, berenjena (solanáceas).
- Año 2: lechuga, espinaca, acelga (quenopodiáceas o compuestas).
- Año 3: habas, guisantes, judías (leguminosas).
- Año 4: zanahoria, cebolla, puerro (umbelíferas y liliáceas).
Preparar la tierra es una tarea fundamental que determinará el éxito de tu huerto. Con estos pasos sencillos, te aseguras un suelo sano, nutrido y equilibrado para que tus plantas crezcan fuertes desde el principio.
En Ricardo Terán SL, puedes encontrar todo lo que necesitas para acondicionar tu huerto: herramientas, sustratos, abonos y semillas. ¡Empieza la temporada con buen pie!