Corral

Evitar la obesidad, también de tus gallinas

Ahora que se acerca el verano seguro que muchos de vosotros estéis pensando ya en la operación bikini, al fin y al cabo bajar unos kilos tras estos meses de invierno es algo habitual en estas fechas. Pero quienes se preocupan por el cuidado de los animales nos recuerdan que la obesidad en ellos es también un grave problema. Hoy hablamos de las gallinas, un ave que convive junto a muchos hogares en nuestros pueblos.

La obesidad en las aves es muy negativa, porque además de mermar su capacidad de puesta y de crecimiento, afecta al desarrollo de su esqueleto, les impide desarrollar su normal comportamiento, les dificulta la respiración (los sacos aéreos se llena de grasa), no tendrán bienestar y en los casos graves, donde además el hígado también resulta dañado, pueden llegar a morir.

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Al igual que demasiadas golosinas no son adecuadas para los niños, dar trigo o maíz en exceso también puede ser perjudicial para las gallinas de puesta y las aves reproductoras. En el pasado, las aves se pasaban la mayor parte del día en el bosque, escarbando en el suelo en busca de insectos y semillas para comer. Esa era su única fuente de alimentación y la obesidad nunca se producía.

Actualmente, el mayor esfuerzo que tienen que hacer nuestras aves caseras para encontrar la comida es acercarse a los comederos y la obesidad ya no es algo que podamos descartar. Además, cualquier tipo de animal con obesidad, difícilmente podrá producir y desarrollarse con normalidad, además de ser un gran problema que perjudica su bienestar.

Una gallina adulta pesa de promedio unos 2 kg y debe comer aproximadamente 120-140 g de pienso por día.

Los piensos de calidad están equilibrados en nutrientes y por ello satisfacen todas las necesidades diarias que tienen nuestras aves. Sin embargo, a muchos de nosotros nos gusta mimarlas ofreciéndoles además del pienso puñados de trigo o de maíz que ingieren con satisfacción. 

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Ello no tiene porque ser malo, pues las aves de corral son instintivamente gránívoras, siempre que no nos excedamos en la cantidad de trigo y maíz suministrado (máx. 10-15 g/ave adulta/día). De lo contrario, estaremos desequilibrando la dieta diaria de nuestras aves, lo que conducirá a una deficiencia de vitaminas y a un exceso de calorías que, si se mantiene en el tiempo, les provocará un problema de obesidad.

Dar un extra a nuestras aves de corral no tiene porque ser malo siempre y cuando sigamos estas recomendaciones:

  • No suplementar con cereales en exceso
  • Que el pienso se encuentre siempre a libre disposición
  • Aportar también vegetales y no sólo cereales
  • Suministrar un suplemento vitamínico que complementará perfectamente las deficiencias nutricionales de los cereales.

Como sabes, en Ricardo Terán S.L. te ayudamos a resolver las dudas que te puedan surgir sobre la alimentación de tus animales. En nuestros agricentros puedes encontrar variedad de productos de alimentación adecuados para evitar, entre otros, estos  problemas de obesidad a los que hemos hecho mención en el artículo de esta semana.