Llegamos a las postrimerías del otoño con la vista puesta en la plantación de habas tempranas, en sus variedades Muchamiel y Aguadulce. Se trata de un cultivo con el que sembrando una tanda al mes, podremos disfrutar de las riquísimas habas durante muchas semanas.
El haba (Vicia Faba) es una legumbre con un altísimo poder nutritivo, por ser fuente combinada de nutrientes esenciales como proteínas, hidratos de carbono, hierro y fibra. Además, en la cocina pueden ser utilizadas de diversas maneras, pudiendo consumir las vainas tiernas, los granos en crudo o cocinados. La diversidad de platos en la cultura culinaria de nuestro país es amplísima.
Las habas son plantas fáciles de cultivar porque no requieren demasiadas labores. Las de “verdeo” son las que cultivamos para consumir las vainas. Debemos sembrarlas desde mediados de otoño o entre mediados y finales de invierno, evitando la época más fría del invierno. La planta aguanta bien el frío, pero no las flores, por lo que es normal perder la primera floración, aunque vuelve a florecer posteriormente.
¿Cómo es su cultivo?
El cultivo se inicia por siembra directa en su ubicación definitiva con semillas de habas que pondremos en remojo la noche anterior para hidratarlas bien y facilitar su germinado. El sustrato debe estar bien suelto para beneficiar el agarre y extensión de raíces.
No requiere apenas abono, aunque siempre conviene aportar materia orgánica, en este caso mejor evitando la de origen animal porque no es conveniente añadir mucho nitrógeno.
Ayuda al cultivo un extra de potasio, que podemos obtener mezclando un buen puñado de ceniza en cada golpe de siembra. Conviene poner dos (o incluso tres) semillas para garantizar la germinación por si nos falla alguna de ellas. Las enterramos a una profundidad entre 5 y 10 cm y si la tierra no está húmeda le damos un riego con moderación de forma que el sustrato quede húmedo, pero no empapado.
Y se debe ya mantener una cierta humedad durante el resto del tiempo de cultivo. Se puede cultivar en maceta de 7 litros o más por planta. Se requiere una temperatura es superior a 5⁰ para la germinación. En unos 10 o 12 días veremos despuntar los nuevos tallos. Aguantan bien el frío hasta 6⁰ o 7⁰, pero con temperaturas más bajas conviene proteger el cultivo con manta térmica (o trasladándolo al interior si es en maceta).
EPIK 5 GRS
HABA AGUADULCE 250 GRS.
HABA MUCHAMIEL 250 GR
MANTA TERMICA 4,50X1 M.
Cuando la planta alcanza en torno a 20 cm. es mejor entutorarlo o aporcarlo para evitar que se tronche cuando crezca más y sobre todo al cosechar, ya que el tallo es bastante frágil. Es recomendable aplicarle tratamientos naturales preventivos contra el pulgón y hongos.
A partir de unos 90 días dependiendo de la variedad y del clima, empezaremos a cosechar las habas. Para verdeo se cosechan antes de que formen los granos interiores, ya que lo que se va a consumir es la vaina. Si buscamos el grano cosechamos a partir de unos 13 – 15 cm de largo. Cuanto más temprano cosechemos y con menos longitud de vaina, más tiernos serán los granos. Por cierto, que una vez terminado el cultivo conviene incorporar las plantas a la tierra porque son un excelente abono.
Si no conocéis el cultivo de las habas os animamos a que realicéis una pequeña siembra. En Ricardo Terán S.L. encontrarás diversas variedades, como la Muchamiel y la Aguadulce. Además, si necesitas asesoramiento sobre cuál es la mejor de ellas para tu caso concreto siempre podemos ayudarte con nuestros mejores consejos.
¡Contacta con nosotros! Con toda seguridad tu cultivo de habas de verdeo te dará excelentes resultados y repetirás todos los años.