Plantas y jardín

Flores en el día de Todos Los Santos

Flores en el día de Todos Los Santos

Se acerca el 1 de noviembre, un día de ritos muy arraigados en España. Por estas fechas, muchos acudimos a los cementerios a recordar y llevar flores a nuestros antepasados. Hacemos nuestro particular homenaje a un ser querido que ya no está entre nosotros y que queremos recordar. Pero, ¿por qué? ¿Cuál es el origen de esta tradición?

En realidad hay muchas versiones que tratan de concretar su origen. Según datos recogidos, la primera tumba a la que se llevaron flores fue de hace aproximadamente 13.000 años. Pertenecía a los enterramientos de la Edad de Piedra descubiertos en Israel, donde aparecieron restos de manto de salvia y otras especies florales.

Sabemos también que antiguamente, era muy común realizar una especie de rituales para homenajear y también recordar a los difuntos. Los ramos de flores y los centros de flores se utilizaban para hacer el rito mucho más bonito y para encubrir el olor de los muertos. De esta forma, los familiares podían velarlos durante días.

Hoy en día, las creencias religiosas marcan los elementos comunes de esta tradición. En el catolicismo, es habitual limpiar las tumbas de nuestros seres queridos para que se encuentren adecentadas para el día de Todos los Santos. Además de la limpieza, se colocan flores y se visita a los difuntos. Nos despedimos de nuestros seres queridos con ramos de flores y arreglos florales y les recordamos, año tras año, colocándolas en la tumba.

En un principio, el Día de Todos los Santos era utilizado por la iglesia para celebrar el aniversario de la muerte de un mártir en el lugar dónde sufrió persecución. Más tarde, se señaló un día común para conmemorarlos a todos. Fue Gregorio III, en el siglo VIII, quien consagró una capilla en la basílica de San Pedro y designó el día 1 de noviembre como día oficial de esta celebración.

El nexo común de esta festividad es la de conmemorar a los seres queridos que ya no se encuentran entre nosotros. Es un día que se aprovecha para estar en familia, visitar los cementerios, llevar centros florales y ramos de flores y celebrar una misa. Hoy, además de ser una ofrenda para demostrar el cariño, sirven para reflejar la fragilidad y la brevedad de nuestra existencia.

Las flores típicas para Todos Los Santos

La semana pasada ya te hablábamos de los crisantemos, la variedad indiscutible por esta época. Son son flores que están presentes en muchos centros y ramos para recordar a nuestros seres queridos fallecidos. Las razones de que ocupen un lugar tan destacado es que florecen durante el otoño y duran y aguantan mucho. Es más, por su perdurabilidad y resistencia, los crisantemos evocan la longevidad y la eternidad.

Hay cientos, por no decir miles, de variedades diferentes de crisantemos. Las margaritas que también son muy habituales en esta época, y que a muchos se nos vienen a la cabeza al pensar en esta fecha, pertenecen a la familia de los crisantemos. Es el crisantemo de tipo margarita.

Sin embargo muchas otras especies ocupan lugares destacados en las celebraciones de Todos Los Santos. Las violetas, por ejemplo, son una de las flores más frecuentes con las que se confeccionan los arreglos que se colocan en las tumbas de los muertos en el cementerio. Esta tradición tiene mucho de mitológico, ya que en la Grecia Clásica la historia contaba que mientras Perséfone se encontraba recogiendo violetas, fue secuestrada por Hades, el dios de la Muerte. Son una de las flores elegidas por muchos por su color, pero también porque son muy resistentes al frío.

No podemos olvidarnos de las rosas, que aunque suelen ser un obsequio más habitual entre enamorados, también on adecuadas para elaborar arreglos funerarios, ya que son capaces de representar todo tipo de amores a través de sus colores. En estos casos, el más apropiado es el blanco, pues transmite el amor puro, pero también podemos elegirlas en color rojo si lo que queremos expresar es amor eterno. En cualquier caso, no se suele llevar un ramo solamente elaborado con rosas, sino que se combinan con otras flores.

Los liliums también podemos encontrarlos en muchas composiciones florales que se llevan al cementerio. Son unas de las flores para difuntos más hermosas que existen y cargadas de simbología, representando el amor más puro e incondicional. Sin duda, una de las mejoras formas de expresar que nuestro amor por el difunto era sincero y lo mucho que lo echamos de menos desde que nos dejó.

Estas son solo algunas de las variedades más comunes. En Ricardo Terán S.L. encontrarás estos días nuestras tiendas de O Barco, A Rúa y Garden Sil repletas de flores para celebrar la festividad de Todos Los Santos. Algunas de las variedades que encontrarás has podido verlas en las imágenes que ilustran este artículo.

Visítanos y te proporcionaremos numerosas opciones tanto de flor cortada como en maceta para recordar a tus seres queridos en este año que ha sido tan especial para todos.