Plantas y jardín

Consejos para plantar bulbos de otoño

Consejos para plantar bulbos de otoño

Aunque la primavera todavía nos queda muy lejos, es ahora en noviembre el mejor momento para plantar los bulbos de otoño. Nos adelantamos a la primavera cuando todavía no ha comenzado el invierno para conseguir unas flores espectaculares cuando el frío empiece a terminar. Un anticipo de lo que será la primavera, pero también una manera perfecta de comenzar a sentirla incluso antes de que llegue de verdad.

Los bulbos son plantas muy fáciles de cuidar con flores muy decorativas y super vistosas que alegrarán cualquier rincón con mucha elegancia. Tulipanes, amaryllis, jacintos, lirios, campanillas o narcisos son algunos de los más comunes y que seguro conoces. Con su variedad de tonalidades nos ofrecen un abanico de posibilidades para encontrar el colorido que buscamos en nuestro jardín, terraza o balcón.

Una de las ventajas de los bulbos es su capacidad de crecer casi en cualquier parte y con muy pocos cuidados. Pero se trata además de plantas muy resistentes siempre que se planten en buenas condiciones y que crean nuevas plantas a partir de sí mismas, lo que nos permite crear zonas muy pobladas de plantas con flor en pocos años, con muy poco mantenimiento.

Como ves, ¡plantar bulbos de otoño son todo ventajas! En las tiendas de Ricardo Terán S.L. disponemos de múltiples variedades para que, si todavía no los has descubierto, te inicies con ellos en estas semanas de noviembre que son las más propicias para ello. Te damos en este artículo algunos consejos que te ayudarán a conseguir el mejor resultado.

1. Elegir los bulbos adecuados

Como te comentamos, existe una amplia variedad de bulbos de otoño y es importante planificar su plantación previamente. Por eso, lo más importante es conocer sus tiempos de floración consultando el calendario que aparece en los paquetes que los contienen.

De esta manera, podremos intercalar floraciones y elegir bulbos de otoño que florezcan a finales de febrero, posteriormente en marzo y en abril, etc. Así hasta completar un ciclo de flores del que poder disfrutar desde los últimos días de invierno hasta bien entrada la primavera. Una forma fantástica y sencilla de estar siempre acompañados por su belleza.

2. Prepara el terreno

El suelo donde los bulbos se van a desarrollar así como el lugar donde vayan a crecer es fundamental para su éxito. Por ello hemos de buscar un lugar soleado y lo más protegido posible del viento, ya que este puede romper sus tallos cuando empiecen a crecer.

Hay que decir que los bulbos no son demasiado exigentes con las características del suelo. Más que demandar un tipo de sustrato específico, necesitan que el terreno reúna unas condiciones determinadas. Para empezar, que esté aireado en condiciones. Con la ayuda de una azada, debemos soltar bien la tierra para que esté mullida. La textura del sustrato es, en realidad, la clave del éxito de los bulbos.

Conseguir que el terreno tenga un buen drenaje es también fundamental, debiendo revisar antes de plantar cuál es el nivel de humedad del suelo. Si está muy húmedo, lo ideal es esperar a que pierda parte de ese agua. Será así como los bulbos lograrán arraigar y encontrarse cómodos.

Una vez preparado el terreno y plantados, aportar una capa de sustrato orgánico será la guinda del pastel, ayudando de esta manera a que tengan una mejor floración.

3. Comprueba que los bulbos estén en buen estado

Si los bulbos llevan mucho tiempo almacenados puede que no estén ya en buenas condiciones y no prosperarán en la mayoría de las ocasiones. Por ello, debemos evaluarlos de dos maneras. En primer lugar, a nivel visual. Un bulbo listo para ser plantado siempre tendrá un aspecto saludable, no tendrá agujeros y carecerá de golpes o zonas más oscuras.

La segunda evaluación pasa por saber si mantienen su estructura. O, lo que es lo mismo, si están duros. Esto es un auténtico síntoma de salud, ya que el bulbo no deja de ser el órgano del que parte la planta. Si al apretarlo ligeramente se hunde, tendremos que descartarlo.

4. Planifica su siembra

Plantar los bulbos durante el otoño es la mejor manera para garantizarnos una flor constante desde finales de febrero hasta mayo. Tómate tu tiempo para elegir los bulbos más adecuados. Puedes elegir combinaciones de bulbos por volúmenes (optando por diferentes variedades que crezcan a diferentes alturas) y también jugar con las distintas tonalidades y colores de cada variedad.

Si tenemos en mente ambos supuestos, podemos optar por una plantación muy singular y vistosa. Siembra tanto en el suelo como en una misma maceta, de buen diámetro y profundidad, diferentes especies de bulbos de otoño que crezcan al mismo tiempo como de manera consecutiva.

Para conseguir este efecto que te proponemos con diferentes alturas y colores podemos optar por tulipanes (situados en la capa más baja de la maceta), narcisos (en la siguiente), jacintos y crocus (que plantaremos en la más superficial). Cuatro variedades que conviven perfectamente y florecen en conjunto creando un precioso rincón natural en primavera.

5. Atiende a la distancia y a la profundidad al plantar

Una de las claves a la hora de plantar bulbos es que cada una de ellas esté a la distancia necesaria en la superficie y de otras raíces próximas. Aunque en cada bolsita de bulbos de otoño encontraremos estas especificaciones, podemos guiarnos por dos trucos:

  • Los bulbos que florecen en altura necesitarán más profundidad para que parte del tallo crezca en tierra y evite roturas. Para saber aproximadamente a qué distancia de la superficie debemos plantar, podemos hacerlo siguiendo una pauta: medir el diámetro de cada bulbo y sembrarlo al triple de centímetros de la superficie.
  • La distancia entre cepas también se puede medir siguiendo esta regla: el bulbo vecino tendrá que estar, al menos, al doble del diámetro del tubérculo.

Ayúdate de una herramienta específica para plantar, ya que nos facilitará tanto calcular las distancias como hacer el agujero, y colocar siempre el bulbo con las raíces para abajo.

6. Protégelos del frio

A pesar de que son plantas rústicas y resistentes, los bulbos también pueden congelarse. Si están plantados directamente en el suelo, lo ideal es protegerlos de las heladas y las bajas temperaturas. Para ello, nada como colocar una capa de corteza de pino sobre ellos durante los meses más crudos del invierno.

Si los tenemos plantados en maceta, su protección es mucho más sencilla. Bastará con que los coloquemos en un lugar que esté resguardado de las heladas. Tata también de plantarlos alejados de los laterales de la maceta para evitar que se contagien del frío de sus paredes.

7. Vigila el riego

Ya te adelantábamos al inicio que estas plantas no se desarrollan correctamente en terrenos encharcados. Por eso, vale más quedarse corto con el riego que excederse. Una vez plantados, en los siguientes días tendremos que regarlos para ayudarles a germinar correctamente. Eso sí: siempre evitando el exceso de agua. Nuestra guía para esta tarea en la época de crecimiento ha de ser que el terreno esté ligeramente húmedo, y una vez hayan florecido debemos mojarlo de manera más regular.

Si quieres disfrutar de un final del invierno y principio de primavera lleno de color en tu jardín, balcón o terraza, ya sabes las claves para conseguir el éxito con tus bulbos de otoño. Con estos consejos estamos seguros que obtendrás los mejores resultados en tu plantación. Consúltanos por correo o WhatsApp ante cualquier duda que te pueda surgir y pídenos consejo sobre cuál sería la variedad más adecuada para tu proyecto.

Cuéntanos tu experiencia con los bulbos de otoño en el box de comentarios que encontrarás más abajo. ☺️